16 Jun 2011, 07:27
Buén artículo.
La liberalización del mercado eléctrico me recuerda a esas películas americanas de mafiosos, en las que está el típico comerciante, que vive su vida como cualquier ser mortal. Todos los días se levanta a trabajar, abre su negocio, la vida es dura, unos dias vende mas otros menos hasta que llega un día en el que entran a su tienda un grupo de personajes curiosos y le dicen eso de que ven que su local necesita protección y ellos se la pueden vender.
Y el pobre hombre pregunta eso de ¿protección para qué?
El resultado es que el hombre se encuentra pagando mas por lo mismo y encima tiene que contratar a alguien para que ocupe su lugar una temporada ya que curiosamente tiene las dos piernas rotas.
En fin, este hombre es libre de pagar o no pagar. Sólo tiene que asumir las consecuencias de sus actos.
Mientras tanto, ves al padrino y a sus secuaces con coches y trajes caros, comiendo en los mejores restaurantes saliendo sin pagar (invita la casa), con sus buenas casas con piscina y chicas despampanantes incluidas.
¡Que vida esta!
Y menos mal que nos queda Portugal, ya que el resto nos dá igual.